La hortaliza envarada es una técnica de producción agrícola que se utiliza para cultivar vegetales (y también frutas) para su consumo comercial. Esta técnica de cultivo se remonta a la antigua Grecia, y fue durante el siglo XX cuando aumentó particularmente su uso. Esto seguramente se debió a la creciente demanda de alimentos, así como al desarrollo de técnicas cada vez más avanzadas. La técnica es práctica y está ganando popularidad entre los agricultores de hoy, lo que facilita el cultivo de plantas en lugares que de otra forma serían demasiado difíciles de cultivar.
En un sistema de hortaliza envarada, los agricultores preparan el suelo con un aditivo natural, como turba, para permitir que el agua que se aplica al suelo se mueva con facilidad. Esto ayuda a proporcionar un suelo húmedo, que es esencial para el crecimiento adecuado de las plantas. Las hortalizas se colocan en recipientes, generalmente hechos de plástico o fibra de vidrio, llamados envases. Los envases se colocan en hoyos en la tierra que se han preparado, para proporcionar un buen drenaje y, al mismo tiempo, permitir la penetración de agua, nutrientes y oxígeno. Los agricultores pueden añadir fertilizantes mientras se colocan las hortalizas en los envases, si es necesario. El abono es una parte importante de la hortaliza envarada, ya que proporciona los nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas.
Ventajas de la hortaliza envarada
Una de las principales ventajas de la hortaliza envarada es que se puede controlar mejor el suelo:
Puesto que el agua no se dispersa cuando se riega el suelo, los agricultores pueden controlar con más precisión las cantidades adecuadas de agua, nutrientes y oxígeno que entran en el suelo. Esto, a su vez, permite un mejor control de la salinidad, la acidez del suelo, así como otras variables ambientales, como la temperatura del suelo. Además, los envases se pueden trasladar por separado, lo que permite desplazarlos para aprovechar mejor los recursos disponibles en el área.
Otra ventaja de la hortaliza envarada es que proporciona un ahorro de recursos:
Ya que no es necesario volver a preparar el suelo cada vez que se desee plantar un cultivo. Esto beneficia particularmente a aquellas zonas donde la tierra es escasa o insuficiente. El mantenimiento de los envases hace que los agricultores no tengan que limpiar con tanta frecuencia los terrenos entre los cultivos. Además, las plantas en los envases están más protegidas contra ciertas plagas y enfermedades, evitando así el uso de químicos para el control de plagas.
Por último, la hortaliza envarada permite un mayor control sobre el tiempo de cosecha:
Esto significa que los agricultores pueden cosechar los cultivos a la vez, maximizando su producción y asegurando una mayor calidad de los productos. Esto también ayuda a los agricultores a controlar la producción de alimentos en épocas de estacionalidad, asegurando un suministro contínuo de productos.
La hortaliza envarada ha demostrado ser una técnica práctica para cultivar hortalizas que ofrece una variedad de ventajas para los agricultores, como un mejor control sobre el suelo, una reducción en los costos de producción, una mayor protección contra ciertas plagas y enfermedades, así como un mayor control sobre el tiempo de cosecha. Estas características hacen que este método sea una opción atractiva para los productores agrícolas.
¿A que se refiere la hortaliza envarada?
La hortaliza envarada se refiere al cultivo de plantas adventicias o plantas hortícolas bajo el agua. Esta práctica se usa en la agricultura desde hace miles de años, para proporcionar alimentos nutritivos a las personas de la región donde se desarrolla. La técnica es conocida comúnmente como la cultura hidropónica y es una forma eficaz de cultivar alimentos de forma rentable, no sólo en la agricultura sino también en la horticultura comercial. Esta técnica se basa en el concepto de proporcionar un ambiente controlado para producir frutas, verduras o plantas comestibles a través del mantenimiento de una humedad y temperatura adecuadas.
Proceso
El proceso comienza con la preparación de los recipientes con la temperatura y la humedad apropiada. Esto es seguido con una capa de grava para mantener la humedad y la temperatura de la solución nutritiva. Luego, se colocan en el recipiente semillas de hortalizas. La solución nutritiva comienza a circular por las raíces de las plantas en crecimiento, llevando los nutrientes esenciales desde los nutrientes disueltos en el agua. El desarrollo de las plantas sigue su curso y después de un tiempo, comienzan a producir frutas y verduras.
Es una forma muy eficiente de producir hortalizas, como las lechugas, las zanahorias, las remolachas, las acelgas y los nabos, entre otras. Esta técnica también puede ser utilizada para producir hierbas como el tomillo, el romero y el basil. Esta técnica es una forma muy rentable para los agricultores debido a que se les permite cultivar una cantidad grande de hortalizas en un entorno controlado.
La hortaliza envarada también presenta beneficios adicionales para la salud humana. Algunos estudios han demostrado que el cultivo de hortalizas de esta forma puede resultar en alimentos con niveles más altos de nutrientes esenciales, tales como vitaminas y minerales. Los alimentos producidos de esta manera también tienen un sabor más fuerte y fresco.
La hortaliza envarada es una técnica de cultivo que se ha convertido en una parte vital de la producción de alimentos a nivel mundial. Esta práctica se utiliza para producir alimentos ricos en nutrientes, que son una fuente indispensable de alimentos para las familias y la economía de muchas zonas. Esta técnica utiliza materiales de bajo costo y es una forma eficaz y rentable de producir alimentos nutritivos para todos los paladares.